No voy a mentirte, Marge.
Esa sería mi respuesta si me preguntasen si soy seguidor de la saga "Tales of" o peor si se preguntan si soy otaku o amante de los JRPG. Y es que, a excepción de la saga Shin Megami Tensei, no he jugado un JRPG desde la SNES y el Gameboy. Pero heme aquí revisando este clásico gracias a la invitación de Bandai Namco, que desde que les he contado a amigos gamers que lo estaba jugando, absolutamente todos me dijeron "es un juegazo". Realmente es así? Pues veamos.
Como dije antes, no soy seguidor de la franquicia pero eso no me privó enterarme que Tales of Vesperia es el título más querido, como el Ocarina of Time es para los fans de Zelda. Incluso alcanzó esa magnitud siendo exclusivo de Xbox 360 en occidente, una consola con menor cantidad de JRPGs que sus competidoras. Sin embargo, en Japón, luego de un tiempo, salió a la venta para Playstation 3 una versión con mayor contenido, más bosses, más dungeons, más diálogos y la posibilidad de utilizar a dos personajes que en la primera versión solo eran npcs.
Es esta última versión la cual tenemos el agrado de revisar, disponible en PS4, PC, Xbox One y Switch. Y además de aquellos extras, esta edición definitiva mejora el rendimiento, corriendo a full HD y 60 FPS como así también el agregado de voces en algunos diálogos que antes solo podían leerse. Cabe aclarar en este apartado que el juego nos da la posibilidad de escuchar las voces en inglés o en japonés.
Lo que lo hace ser el juego más querido sin dudas es su historia y narrativa. Sin spoilear nada, puedo decir que a pesar de tener una apariencia muy cliché, el desarrollo de su historia y la complejidad de sus personajes hacen que las 50 horas que dura la historia principal se nos pasen volando. Sin ir más lejos, la primer noche que lo probé, tan solo jugué las 2 primeras horas donde nos presenta al protagonista Yuri Lowell en la búsqueda de un ladrón en su pueblo y a causa de ello (y de su rebeldía con las autoridades locales, siendo él un ex soldado) cae en el calabozo del que luego huirá para conocer su destino de salvador del mundo. A partir de ahí, cada noche jugué más horas hasta quedarme madrugando una noche para finalizarlo.
A lo largo de las primeras 12 horas de juego, iremos conociendo a Repede, su inseparable can; Estelle, una maga blanca muy dulce; Karol, un valiente niño en busca de aventuras; Rita, una poderosa hechicera antipática; Raven, un ladrón experto en el uso de armas de largo alcance; y Judith, una orgullosa guerrera. Esta edición tiene el agregado de poder jugar con Flynn, el amigo en común de Estelle y Yuri que antes solo aparecía en las cinemáticas; y también jugar con Patty, una simpática pirata.
A pesar de lo cliché que resultan estos personajes y la arquitectura de la trama grupo-de-personas-salvan-el-mundo-en-un-jrpg, es en este apartado donde el juego brilla. A pesar de la premisa básica y la apariencia colorida y feliz, posee unas vueltas de tuercas y temas oscuros que lo vuelven complejo. Sin mencionar la enorme interacción que tienen los personajes entre ellos mediante cuadros de diálogos con animaciones simples y un estilo de dibujo manga, que aparecen muy frecuentemente. Es durante estos diálogos donde conoceremos y nos encariñáremos con cada uno de los personajes, incluso en los dos adicionales que si no hubiera leído que son agregados, no me daba cuenta, ya que están bien encajados en la trama e interacciones.
Algo que me terminó cansando de los JRPG fue su jugabilidad de juegos por turnos y por eso jugué contados juegos como los de la saga Shin Megami Tensei, los Kingdom Hearts o Ni No Kuni. Son a estos últimos que me recuerda el Tales of Vesperia, en su jugabilidad action rpg.
Es cierto que la saga "Tales of" es anterior a las mencionadas y quizás por eso sentí una diferencia grande con ellas. Por empezar, para iniciar una batalla tendremos que cruzarnos con alguna bestia que pululan en el enorme mundo de Terca Lumireis. Al principio serán encuentros normales pero luego de unas horas, aparecerán las clásicas ventajas de los encuentros por sorpresa, que podrán ser a favor o en contra nuestro. Una vez iniciado el combate, el mismo se desarrolla con una libertad de movimiento limitada. Si bien podremos movernos, bloquear e incluso saltar alrededor del círculo de combate, a la hora de atacar hay cierta espera para volver a hacerlo, con los ataques comunes y magias (que podremos encadenar combos) no avisa, pero se siente ese segundo de espera para volver a atacar. Con el uso de ítems no sucede lo mismo y nos marca el tiempo necesario para volver a utilizar un ítem. Dije magias anteriormente pero en realidad acá se las conoce como Artes que las irán aprendiendo a medida que aumenten de nivel y que su uso será limitado ya que consumen Puntos Técnicos los cuales pueden ser recuperados mediante ítems o si atacamos normalmente (por cada golpe nos dan un Punto).
Una de las particularidades que me llamó la atención fue que a medida que pasaba el tiempo, los personajes aprendían habilidades distintas a las artes. Estas habilidades se aprenden gracias al uso constante de las diferentes armas que hay en el juego, las cuales incluyen habilidades para ser usadas con las mismas. Mientras más variedad de armas usemos, más habilidades obtendremos.
El juego también nos ofrece la posibilidad de crear objetos. Desde cocinar ingredientes para crear algún alimento que nos otorgue alguna ventaja como curar nuestros puntos de vitales o técnicos como también otorgarnos ventajas como mayor defensa o ataque. Cabe aclarar que estas comidas deben ser utilizadas fuera del combate. De igual forma, podremos forjar armas y diferentes ítems para nuestro equipo, que en este caso la acción de forjar se llama "síntesis". A lo largo del juego, haremos muchas síntesis no solo para equipar mejores objetos sino también para desbloquear habilidades que de otra forma no encontraríamos.
A pesar de la complejidad de la jugabilidad, el juego no es desafiante, lo que no nos incentiva a investigar nuevas estrategias de combate. Solo en los combates con la enorme cantidad de jefes que posee, tendremos que pensar como atacar, sobretodo si pensamos sacar todos los logros y trofeos que exigen vencer a esos jefes de una determinada forma.
Gráficamente, desde el primer momento lo sentí de playstation 2 pero en HD, tiene una visual muy simple y que a pesar de ser de 2008, se siente aún más añejo. Este es otro punto flojo de este port, que lejos está ser considerado remaster. En Switch puede que no se nota e incluso se agradece el hecho de poder jugar esta joyita portablemente, pero en las consolas más potentes o en PC, se va a sentir la baja calidad gráfica.
Por último, que sería de un JRPG sin una buena banda de sonido y este caso no es la excepción, brindándonos un repertorio exquisito donde tararearemos unas cuantas canciones durante los días que juguemos. Y después también.
A pesar de no ser un desafío y que sus gráficos no parecen de 10 años sino de 15, al final del día nos entramos con una joyita que vale la pena jugar, seas o no amante de los JRPG.