Review: Far Cry New Dawn.
Un amanecer semi nuevo
Far Cry es una franquicia de Ubisoft que en un principio comenzó siendo un juego casi de culto debido a su exclusividad en PC y luego en Xbox con el episodio “Instincs”, el que recibió mejores críticas que el original. Si bien Far Cry 2 fue multiplataforma, la popularidad de la saga repuntó a partir de la alabada tercera entrega. Fue en ese momento en que Ubisoft decidió ofrecernos un nuevo Far Cry por año, como viene haciendo con Assassin’s Creed.
Con un spinoff que dejó más dudas que certezas en cuanto a calidad, la compañía apostó a una fuerte campaña publicitaria con la quinta entrega, la cual generó ciertas dudas técnicas y la llegaron a comparar con la segunda entrega, salida en 2009.
A pesar de ello, nadie pudo negar que Far Cry 5 es un juegazo casi a la altura del 3. Fue por ello (y también por su final) que decidieron utilizar la misma base, dandole un lavado de cara y entregándonos esta secuela directa, llamada New Dawn.
Un final del mundo feliz
Lo primero que me llamó poderosamente la atención fue la canción de inicio, lo que me generó curiosidad y busqué la excelente banda sonora en los servicios de streaming conocidos. Esa canción nos sugiere tristeza, desolación y falta de esperanza. En efecto, una vez comenzado el juego, vemos como el Condado Hope es arrasado por una bomba nuclear, contándonos que la tierra quedó inhabitable, obligando a los supervivientes a vivir debajo de la misma.
Los sucesos de New Hope transcurren 17 años después del desastre, con los supervivientes fuera de los refugios y en la misma localidad que Far Cry 5. O podríamos decir casi ya que utiliza el 60% del mapa anterior sin ningún área nueva, acortando la experiencia. Lo que sí es nuevo, al menos conceptualmente, es la reinterpretación que realiza Ubisoft Montreal sobre un mundo post apocalíptico. Y es que uno se imagina zonas desérticas y devastadas como en Fallout y Mad Max, sin embargo, acá es todo colorido y con vegetación abundante, incluso más abundante que su antecesor. Artísticamente está muy cuidado, rediseñando los antiguos lugares de FC 5, ahora destruidos y cubiertos de arbustos o flores. Como dije antes, el juego es muy colorido, pero hay un color que predomina: el rosa. Hay flores rosas por todos lados.
La fauna también sufrió una merma, pero se compensa con bestias especiales producto de la radicación. Ahora, eso es lo raro -o loco, si se quiere- del juego, mientras que existen bestias mutantes, el resto de la vida parece que siguió como si no hubiera pasado nada, ¡y sólo pasaron 17 años!
Dicho esto, su historia tampoco parece llegar a los estándares que nos tiene acostumbrados la saga, que nos ha entregado giros de trama y antagónicos memorables como Vaas (FC 3). Los villanos de las entregas anteriores siempre tuvieron cierta complejidad, enseñándonos sus motivos, pasado y filosofía de vida que fueron madurando. En Far Cry New Dawn no sucede eso. Las gemelas Mickey y Lou, líderes de los Highwaymen, se limitan a ser malas porque sí, anteponiéndose a cualquier grupo organizado que parezca mejorar su calidad de vida y que pueda peligrar su dominio en el Condado Hope.
BorderCry
La jugabilidad también tuvo retoques post apocalípticos. Mientras que mantiene su jugabilidad base donde podemos cazar para comerciar pieles o fabricar medicina, desbloquear habilidades con la ayuda de puntos que los iremos obteniendo a medida que cumplamos ciertos objetivos, o realizar misiones secundarias para obtener recompensas; ahora se agregaron elementos RPG.
En New Dawn podemos ver la barra de salud de nuestros enemigos y la cantidad de daño que le hacemos con las armas que poseemos. Al principio iremos usando las armas que encontremos, pero tan pronto como vayamos obteniendo recursos, podremos ir creando armas mejores y mejorar nuestras aptitudes, como la salud y defensa.
Esto es necesario debido a que la linealidad del juego nos irá empujando desde el extremo sur hasta el norte, donde los enemigos se irán volviendo más resistentes y con mejor armamento. Esto puede que moleste a los seguidores de la saga, ya que, en las anteriores entregas, podíamos ir donde quisiéramos en cualquier momento. Si hacemos esto en New Dawn, nos convertiremos en carne picada.
Y hablando de recursos, estos pueden conseguirse de muchas maneras. Desde el saqueo de casas, bases enemigas o cuerpos de los enemigos abatidos hasta el comercio. Existen muchos tipos recursos los cuales tienen cierto grado de rareza, rareza que nos permitirá crear mejor equipamiento. Pero hay un recurso que es fundamental y escaso, el ethanol. Sin ethanol no podemos continuar el juego, literalmente, ya que al principio del juego nos pedirán mejorar la base, y el ethanol es el recurso necesario para ello. Estas mejoras en algunos casos nos desbloquearán el acceso a otras mejoras, como mejores vehículos, armas, salud, mapas de búsqueda, etc. Pero este combustible no abunda en todos lados, pudiendose conseguir mediante unas cajas de recursos que regularmente enviarán en cualquier parte del mapa, mediante misiones de expedición o la toma de bases enemigas.
En las últimas horas de la campaña principal, habilitaremos súper poderes que recuerdan al Far Cry Instincs. Estos súper poderes tienen uso limitado ya que consume energía, energía que recuperaremos con el tiempo.
No tiene nada de malo la inclusión de mecánicas RPG, el problema cae en que no se llegan a aprovechar al máximo durante su campaña principal, dado su corta duración (la campaña principal se puede terminar entre 12 y 15 horas, incluso duraría menos si no nos obligara a buscar ethanol), lo cual se siente como un agregado casi forzado. Quizás sea una prueba a lo que se vendrá en las próximas entregas, como sucedió con las batallas navales en Assassin’s Creed.
Casi
Casi es un juegazo. Casi tiene antagonistas copados. Casi tiene una historia interesante. Casi tiene una jugabilidad bien aprovechada. Casi aprovecha todo el mapa. Casi vale un juego completo por los 40 dólares necesarios para su adquisición.
Se agradece la simplicidad del modo foto. Mientras que en la mayoría de los juegos que poseen esta función, ofrecen muchas opciones que pocas veces se aprovechan o que complica la experiencia, New Dawn nos entrega un modo foto conciso con el que podremos hacer grandes obras de arte en poco tiempo.
Al final del día Far Cry New Dawn me dejó un sabor semi amargo, donde solo es recomendable a quienes siguen la saga o quienes hayan jugado la oferta actual de juegos disponibles y tengan hambre de acción. Quizás si su duración hubiera sido un par de horas más extensa, podría solucionar gran parte de sus falencias. No deja de recordarme aquellas épocas en que el cine porno era codificado y el internet aún no ofrecía cine porno, entonces uno miraba las películas porno soft de medianoche en The Film Zone o I-Sat. Far Cry New Dawn es como estas películas. Calienta, pero no moja.