Review: Detroit Become Human

David Cage nos hace sentir miserables una vez más

Antes de hablar del juego, quiero invitarlos a remontarse unos años atrás. Más precisamente 2014, donde muchos seguidores del trabajo de David Cage nos hemos llevado un enorme chasco con Beyond Two Souls. Tal vez porque habían levantado demasiado la vara en este tipo de juegos con Heavy Rain, logrando que su desarrolladora Quantic Dream sea vista como la responsable de resucitar y redefinir el género de las aventuras gráficas y elevarlas a una experiencia más cinematográfica que sirvió de inspiración a empresas como Telltale Games y Dontnod.

Es por esta fallida experiencia que no tuve mucho interés por esta nueva entrega. Sin embargo, y aclarando que no me llegó como lo hizo Heavy Rain, logró demostrarme que Quantic Dream sigue siendo el puto amo en este estilo de videojuegos.

No arregles lo que no está roto

Si en algo se destaca esta desarrolladora, es ofrecernos la posibilidad de tomar nuestras propias decisiones y que las mismas repercutan en el desarrollo de la historia, lo cual les brinda mucha jugabilidad a sus juegos. Esto no solo sigue presente en Detroit: Become Human, sino que este se convierte en el guión más extenso y rico en contenido del género. La cantidad de decisiones a tomar es una cosa de locos, y cada una desencadena diferentes eventos y líneas de diálogo. Es tan soberbio el trabajo que me emociono tan solo de pensar si alguna vez lo superarán.

A eso hay que agregarle la novedad de que nuestras decisiones también afectan en el grado de empatía que podemos tener de otros personajes secundarios, lo cual genera diferentes reacciones y consecuencias en nuestra historia. Podemos ser muy amigos de nuestros compañeros como para que den su vida por nosotros o llevarnos tan mal que atenten contra nuestras vidas.

Nuevamente volveremos a los excesivos usos de QTE (Quick Time Events) para poder interactuar en los momentos de acción dinámica donde un error puede costarnos la vida y finalizar la historia anticipadamente. En este apartado influye el nivel de dificultad que elijamos, el cual puede ser normal o experimentado. Dependiendo la dificultad, los botones a presionar y movimientos con el stick derecho serán más o menos complejos, así que tengan cuidado de que eligen porque si no tienen buenos reflejos, van a putear de lo lindo.

Otra característica que vuelve a decir presente es el sensor con computadora que utilizaba Norman Hayden (uno de los protagonistas de Heavy Rain) para buscar pistas, procesar datos y generar información. Con la particularidad que ahora no es un accesorio de un solo personaje, sino que está incorporado en todos los personajes principales, ya que son androides.

Algo que se agradece, y mucho, es el agregado de cuadros de flujo que nos mostrará las decisiones que tomamos, cuando y en que repercutió. Esto sirve de mucho para saber donde tenemos que hacer una acción distinta para poder desarrollar una historia diferente.

Lo único flojo de su jugabilidad es que, por momentos, la cámara se queda fija cual resident evil de vieja escuela, tornándose molesto para quienes queremos explorar el entorno.

El futuro llegó, hace rato

Para quienes hayan visto Blade Runner o leído la novela de Phillip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” del cual está basada la susodicha película, la historia les resultará familiar. Detroit: Become Human nos cuenta la historia de 3 androides donde dos de ellos experimentaran la “divergencia”, un estado que hace que los androides ganen autonomía y, en consecuencia, poder decidir por voluntad propia. Desafortunadamente este libre albedrío les costará caro y tendrán que pasar por las situaciones más difíciles (¡obvio! Sino no tendría sentido este juego).

Toca muchos temas discutidos actualmente como la violencia domestica, la discriminación y la lucha por igualdad de derechos. Si hubieran utilizados personajes humanos, probablemente haya pasado desapercibida y eso es la magia de la ciencia ficción, que retóricamente hace una crítica a la sociedad para que nos cuestionemos en donde estamos parados y hacia donde queremos ir. Y entre todas esas cuestiones, hay dos que se las hace directamente y que sus respuestas son buscadas desde la antigua Grecia: “que es la vida y para que estamos?”.

Robert McKee en su libro “el guión” da ciertos consejos y quizás normas (aunque el alega que a la hora de escribir no deben existir tales normas para no condenar la libre creatividad). Uno de ellos nos dice que los personajes que más atraen al público son quienes tienen cierto nivel de complejidad que no abusen de la inteligencia del espectador. Darth Vader es un claro ejemplo, que siendo el villano se convirtió en el personaje más emblemático de toda la saga.

Y este fue uno de los puntos más flojos de Beyond two souls, nunca llegamos a empatizar con ningún personaje. Más allá de que el jugador es quien se encarga del desarrollo de la historia, aquel guión ofrecía un contenido poco atractivo y demasiado predecible. Afortunadamente, la gente de Quantic Dream se percató de ello y lograron crear un buen repertorio de personajes memorables.

No voy a contarles sobre esos personajes para no arruinarles la posibilidad de sentir la magia que transmite este juego. Es una experiencia grata y oscilante. El guión está tan bien logrado y sus actuaciones son tan soberbias que logran transmitirnos lo que sienten los androides. Hay momentos de mucha tensión y drama que les provocarán desesperación a más de uno. Lamentablemente también existen momentos que se notan forzados, incluso quizás buscando una vuelta de tuerca final como en las anteriores entregas de Quantic Dream, incluyeron una totalmente innecesaria que no agrega nada a la experiencia final.

Conclusiones

Es un juego técnicamente impecable, con un nivel de realismo sorprendente y una banda sonora que se adapta a las situaciones que nos muestra la pantalla, potenciando lo que busca transmitir al espectador. ¿Ahora bien, es un juego o una película? Es la pregunta que muchos se hacen cada vez que ven un título de este tipo y genera fuertes debates en este submundo gamer. Si me preguntan a mi, es arte. No será una obra maestra, pero quedará en la memoria de todos los que se animen a jugarlo y logren digerir su historia.

Después del sabor amargo que nos dejó con Beyond Two Souls, David Cage nos endulza nuevamente con Detroit Become Human.

Aquí te dejamos nuestra video review :

 

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